viernes, 12 de diciembre de 2014

Un poco de Ciencia

Debo confesarles que este segundo capitulo de ÁgilMente me costó. Tuve que leerlo un par de veces para entenderlo. No porque el autor no fuera claro en sus conceptos, al contrario, sino porque la Biología y la Ciencia nunca fueron lo mío, más allá de mi amor hacia las plantas y animales.
Ahora que logré terminarlo (y comprenderlo), me gustaría compartirlo con ustedes haciendo un muy breve resumen de las partes que, a mi criterio, son las más relevantes e interesantes.

El cerebro es un sistema complejo diseñado para sobrevivir en un mundo cambiante. Un sistema que ha ido evolucionando a través del tiempo y ha logrado distanciarnos de nuestros ancestros, los primates. Esto sucedió gracias a dos características primordiales que logran interactuar entre sí: una es la posibilidad de almacenar datos y la otra, la capacidad de improvisar y ser creativos utilizando el conocimiento adquirido. Esta condición es la que nos hace "humanos".

Cerebro y Mente
 
El cerebro, como el resto de nuestros órganos, está formado por diferentes tejidos, que a su vez están compuestos por células. Todas las células de nuestro cuerpo son morfológicamente diferentes dependiendo donde se ubiquen y cual sea su función.
Las neuronas son las células fundamentales y básicas del sistema nervioso, encargado de mover la información que se desprende de cada señal neuronal. El conjunto de esa información es lo que se define como mente. Por lo tanto, cerebro y mente se entienden como un sistema codependiente que interactúan permanentemente.
La actividad mental es capaz de modificar la estructura y anatomía del cerebro. ¿Cómo? Al poner en funcionamiento las redes neuronales a través del ejercicio del pensamiento, se produce un mayor flujo sanguíneo lo cual permite que se refuerce la sinapsis existente y se formen nuevas (Sinapsis: pequeñas uniones cargadas eléctricamente que comunican a las neuronas entre sí). Así se aumenta la apertura de los canales de la memoria hacia nuevos aprendizajes.

Evolución del cerebro

Nuestra estructura cerebral tiene una organización jerárquica definida por los científicos como "cerebro triuno", fundamentado en la evolución que han tenido las células y tejidos neuronales en los animales.
La parte más antigua es el "cerebro reptiliano" (500 millones de años); éste regula todo lo referido a nuestros controles centrales: respiración, ritmo cardíaco, sueño, etc. Luego viene el "cerebro límbico" (200 millones de años), responsable de nuestra supervivencia: correr, alimentarse, reproducirse, etc. Estos dos cerebros son los que definen nuestro comportamiento como persona.
Luego está el cortex (100 mil años), encargado de las funciones ejecutivas: visión, habla, memoria. Se divide en izquierdo, encargado del proceso lingüístico y secuencial (escribir, analizar, razonar, comprender) y derecho, holístico y visual (responsable de nuestras sensaciones, nuestra intuición y de relacionar las cosas).
Con todo esto los científicos llegan a la conclusión que "somos seres emocionales que aprendimos a pensar, y no máquinas pensantes que sentimos".


Después de toda este aporte científico MÁS QUE RESUMIDO (nunca viene mal un cacho de cultura), me gustaría detenerme en una parte muy interesante que sé le va a gustar mucho al plantel femenino.
Para no desvirtuar en nada el significado del concepto, prefiero copiarlo tal cual lo describe Bachrach: "El cableado del cerebro femenino evoluciona entonces como lo que se conoce por multitasking, con una conexión entre los hemisferios derecho e izquierdo más importante que en los típicos cerebros de los hombres. Esto les permite hacer malabares entre las emociones, la lógica y las muy diferentes tareas diarias, con más facilidad. En su día, las mujeres tienen muchas "misiones críticas"".

Ahora logro explicarme un montón de cosas... Ahora entiendo por qué mientras caliento el café en el microondas... tiendo la cama, barro el piso de la cocina, lavo los platos de la cena anterior... en tanto mi marido lo único que hace es mirar cómo da vueltas la tacita.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Muuu

Muuu

"Historia de las letras, palabras y frases" de Daniel Balmaceda




Lo que menos te imaginás cuando vas a la página 94, al Capítulo "La mar en coche" de este nuevo libro de Daniel Balmaceda, es ¡encontrarte con la imagen mental de una vaca!

"A ver, Laurita, hacele la vaca al tío" y salía el "Muuu". Era una de las onomatopeyas que nos pedían los padres. También estaban "Miau", "Guau guau", y el "Pío pío". Así nos entretenían y se divertían con nosotros. 

En este capítulo de "Historia de las palabras 2" como lo llama el autor, vas a revivir un poco la infancia, hasta cuando te hacían escribir renglones de esas letras que no te salían en un cuaderno. Es acá donde Balmaceda habla de la letra "M", de su historia. No nos mintió, ¿vieron? Acá van a encontrar algo sobre cómo se relacionan estos dos picos u ondas, u olas, con el mar. 

Pero volvamos a la vaca. A medida que avanzaba en el segundo párrafo y me encontré con la frase "Y no dijo ni Mu", hasta me acordé de la vaca que da leche merengada que nos hacían cantar en el jardín. 



Resulta que la palabra "mudo" viene de la imposibilidad física del niño de hablar, y entonces emite el sonido que permite la boca cerrada: MU. Todo nos lleva a la infancia... qué loco. Todo lo contrario a MAMÁ, ya que la A es la vocal básica, la que el recién nacido repite sin inconvenientes para llamar a sus padres (léase también PAPÁ... no los dejemos afuera a ellos).



Así que ya saben... cuando vean una vaca, digan Mu. ¡¡Eso significa que pueden hablar sin problemas!!

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Salvamento

Hacía rato que no posteaba en el blog.

Debe ser la época del año, en la que la cabeza quiere pero no puede a veces.
Pero acá estoy de vuelta, y con libro nuevo. Regalo de cumpleaños.

Solamente lamento que la relación costo - beneficio sea tan mala, pero OJO, no por la calidad del contenido... sino al contrario, porque, en solamente 5 minutos me leí el primer capítulo, en la vereda del odontólogo, y con 35 grados de calor. Presiento que en solamente dos días lo devoro, a pesar de estar "baqueteada"*. No solamente por la edad, sino por la época del año ;)

Son capítulos cortos... muy cortos. Como me gustan a mí. Y de ágil lectura. Es la segunda parte de un libro que salió hace unos años. El autor se la jugó por esta siguiente edición. Le tiene mucha fe - según su prólogo - y promete tener el mismo espíritu que el anterior. Personalmente, creo que me va a gustar más. Será porque va a hacer referencia a otros temas, además de PALABRAS.

Les voy a presentar al libro y al autor...



Él es un señor periodista. y además es historiador. No sé por qué en su breve biografía del libro, no pone edad de nacimiento... si es pintón. No hay que esconder la edad. ¡¡Menos en un hombre!! Así que voy a chusmear otros libros que tengo en casa de él, a ver si les puedo contar cuántos años tiene.

Mientras busco, va una foto de Balma (así le decimos los lectores fans):




¿Qué tal? ¿Edad? Bueno, si quieren saberla, o bien se la pueden preguntar por Facebook o Twitter, ya que posee cuentas en ambas redes sociales, o wikipedearla. Ese trabajito se los dejo a ustedes, porque en los dos libros que encontré de él en casa, no dice nada del año en que la madre lo trajo al mundo.

Este gran señor publicó ya "Historia de las palabras". Un libro comestible para quienes aman el origen de las cosas, y cómo se generan. Quienes buscan entender por qué estamos diciendo algo. Porque, ¿cuántas veces te encontrás diciendo, por ejemplo, ¡Qué plato! cuando algo te dio risa pero no tenés ni idea dónde se acuñó la expresión? Por lo tanto, para los obses de estos pequeños grandes datos de la historia, tenemos ahora, dos libros. Este nuevo también incluye la historia de las letras y de las frases. Los orígenes de las frases es más común encontrar, pero... ¿de las letras?

Daniel en su Intro promete explicarnos por ejemplo, por qué la H no es tan muda. Complicado para quienes hoy ya escriben o hablan mal... o quizás es una salvación, para justificarse por las malas expresiones o los horrores de ortografía.

¡Qué bien que me vino esto de salvar para enganchar con el título! En  realidad, la palabra SALVAMENTO a mí siempre me llevó a lo militar. ¿A ustedes no?

Bueno, mientras leía el primer capítulo de este nuevo libro, titulado "Héroes Catadores", casi llegando al final se me vino esta palabra a la cabeza... palabra fea, por cierto. Porque realmente no sé por qué no es linda. Y eso que tiene un significado noble. ¿Saben cuál es? Tiene dos en realidad, similares: 1) Liberación de un peligro; 2) Sitio en el que uno se protege de un peligro. Pero, no encontré SALVAMENTO en estas dos páginas. Y eso que habla de "hacer la salva", es decir, conseguir que alguien esté a salvo de los conspiradores. "HACER LA SALVA", "A SALVO", "SALVAMENTO"... a mí me da que son parientes...

La historia de "hacer la salva" data de hace dos mil años. Un buen banquete no era tal si no se hacía la salva, dice el autor. El encargado de ejecutarla podía ser un vasallo, un soldado o un esclavo. El rey, el general o el amo tomaba un bocado de su plato y se lo pasaba a este salvador para que lo probara. Si no superaba la prueba, retiraban el plato, y el cuerpo, por supuesto. Pero si se mantenía en pie, la comida estaba apta para ser ingerida. Suicidas, pero a mucha honra, ya que eran épocas de hambruna, y era un honor tener este "trabajo".

Esta ceremonia derivó también en otra relacionada con la bebida: el brindis. Brindar consistía en interrumpir una conversaciión o discurso para rendir un homenaje. De esta ocasión proviene el término "HACER UNA SALVEDAD".

El saludo de un buque tirando bombas al aire desde sus cañones, era también "HACER LA SALVA" y quería decir que un barco equipado con armamento que ingresaba a un puerto extranjero, no tenía intenciones bélicas. ¡¡Sí!! Fue en ese momento en el que se me vino la palabra SALVAMENTO a la mente. ¿Ustedes no la asocian a lo militar también? Veníamos hablando de salvar...

Espero que Balma lea este posteo y me diga si SALVAMENTO está dentro de esta familia directa de palabras, o es una especie de primo, o ahijado.

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* "estar baqueteado": la baqueta era una vara de hierro con la que se castigaba a los desertores. La expresión se refiere al aspecto que presentaban después del castigo. (Curioso dato aportado por el autor y reflejado en la contratapa del libro)